Resumen
Los estudiantes de la Universidad Pública que cursan sus
estudios con beca (263.600 el curso pasado) acaban la carrera 2,1 años antes
que los que no la tienen.
El sistema público cubre de media a todos los alumnos el 82%
de la primera matrícula —depende de cada universidad— y el otro 18% lo aporta
el estudiante si tiene recursos o el Estado para aquellos que se hacen
acreedores de una beca.
Todo el esfuerzo recae en el alumnado exento de tasas. Temen
perder la beca por bajas notas e incluso les persigue el temor de tener que
devolver la ayuda complementaria si las cosas se tuercen.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, sostiene que la
Administración es más exigente con las notas desde hace dos cursos para becar a
menos alumnos, pero con más dotación, lo que va a garantizar que no abandonen
para aportar dinero en casa.
“En mi universidad, la de Jaén, si apruebas el 10% de los
créditos en primero ya puedes quedarte a vivir allí”, ironiza Hernández
Armenteros, que fue gerente de este campus y hoy profesor de Economía Aplicada.
El 70% de los alumnos de la Pompeu se gradúa en cuatro años
o con uno más. Una tasa de graduación muy alta, si se tiene en cuenta que la
media de los no becados es de 7,14 años.
El vicegente no cree que la clave esté solo en este un
régimen de permanencia y progreso (nombre que recibe este reglamento): “Las
normas pueden servir de algo, pero depende también de nuestra aplicación de
Bolonia, con clases pequeñas, con prácticas…”.
En sus inicios la Pompeu era tachada de universidad rica y
mimada —recibía un plus por estudiante para favorecer su implantación— y a su
primer rector, Enric Argullol i Murgadas, le gustaba recordar que sus alumnos
salían baratos porque terminaban muy pronto sus estudios.
“Hay que exigir a los estudiantes una dedicación acorde con
los medios puestos a su disposición y un razonable rendimiento académico”, dice
la normativa de la Politécnica de Valencia.
Dicen en la Politécnica que está demostrado que el
rendimiento en primer curso se reduce cuando no se limita el avance. Y, además,
está conformado por asignaturas básicas y fundamentales para el seguimiento del
resto de la docencia.
A Francisco Michavila, catedrático de Gestión y
Política Universitaria en la Politécnica de Madrid, no le gusta un
régimen de permanencia: “Es algo antiguo, como que pasen lista en clase, y que
echen gente...”.
El Gobierno ha intentado compensar el recorte de 1.240
millones a las universidades con el dinero aportado por los alumnos. Por eso un
real decreto permite recaudar 1.700 millones de las familias, el doble que en
2010.
Opinión personal
En mi opinión este tema está cada día más difícil sobretodo
en las universidades porque una matrícula de universidad no es que sea cara
sino que nos sacan el dinero además las becas ya no se conceden como antes
ahora depende de tus notas si tienes buenas notas o si tienes malas notas,
algunos estudiantes les cuesta aprobar sus estudios y deciden abandonar la
universidad aunque sean becarios y tengan su beca concedida, con la nueva ley
de educación tan odia por los profesores, estudiantes para mi esta ley me
parece muy nefasta nos quieren cambiar nuestro sistema de educación y también
las becas para las ayudas , entonces una familia en la que su hijo/a quiera ir
a la universidad y no puedan permitírselo y han solicitado la beca para la
ayuda y no se la conceden, vais a dejar a estos alumnos sin futuro. En conclusión
deberían mejorar el sistema de las becas.
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